El condenado explicó que utilizó un año, y el emule, para poder descargarse semejante material. También advirtió que solamente los utilizó para uso privado y sin ánimo de lucro. A esto último añadió que las descargas son realizadas por mushísima gente, y que no veía razón por la que fuera sancionado.
Los 19 demandantes (entre ellos Sony o Paramount), sin embargo, solicitaron entre 1€ y 2€ por cada MP3 descargado, y entre 7€ o 12.5€ por película. Si recordamos el caso de Jammie Thomas, en donde el jurado de Minneapolis la condenó a pagar 1.92 millones de dólares por descargarse 24 canciones de internet, costándole cada canción 80.000$, a este hombre francés la gracia le hubiera salido por unos 1.007.280.000$. Y sólamente por la música.
Nos estamos volviendo locos.

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