La estupidez humana parece no tener límites.
Un ladrón, identificado con las iniciales M.S.Z. de 52 años y vecino de Madrid, no tuvo una mejor idea que realizar dos intentos fallidos de atraco a una sucursal.
Una vez realizado el primer robo, en el momento de la huída, fue interceptado por un empleado del banco, que le arrebató la saca. El ladrón se dio a la fuga, pero cuál fue la sorpresa cuando volvío una segunda vez, pero esta vez, armado con un palo. Para entonces la Guardia Civil se había presentado, y fue reducido sin problemas.
Actualmente, se encuentra acusado de dos robos en grado de tentativa. Ver para creer.
Fuente: Planetacurioso
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